Traumatismos Faciales
Las lesiones traumáticas faciales se producen como consecuencia de accidentes de tráfico, deportivos o casuales (caídas, agresiones, etc.).
En este tipo de cirugías suturamos meticulosamente las heridas con técnicas y materiales delicados para disminuir al máximo las cicatrices.
Los traumatismos dentales son habituales, desde una afectación leve del esmalte hasta la avulsión de un diente fuera del hueso de soporte.
Traumatismos faciales en niños y adultos
En los niños, el traumatismo facial más frecuente suele ser la fractura en la nariz, el hueso malar y mandibular. En los adultos suelen ser más importantes, causados con frecuencia por accidentes de tráfico, deportivos y agresiones.
Son casos en que se pueden presentar fracturas aisladas en cualquier parte de la estructura facial. Se conoce como un traumatismo panfacial, por lo que afecta a varios o todos los huesos de la cara y por ello se considera el más grave de todos.
Como consecuencia, en estos traumatismos se dan tanto fracturas de tejidos blandos de la cara como de los tejidos duros de la mandíbula o maxilar, de los malares o sobre el arco zigomático, en la nariz, en las órbitas de los ojos y en los dientes.
Por último, las fracturas del maxilar superior, de órbita, nasales, de malar y de arco zigomático pueden ocasionar alteraciones en la oclusión, provocar necrosis y defectos estéticos.
Técnicas 3D para reconstruir traumatismos faciales
Cuando los huesos de la cara han sido fracturados, nuestro equipo de especialistas los reconstruye con técnicas 3D para conservar su estructura original y los inmovilizan para favorecer la curación ósea.
Además utilizamos pequeñas placas y tornillos para conseguir una inmovilización perfecta para asegurarse el mantenimiento de la funcionalidad y expresión facial.