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“La investigación, la asistencia sanitaria y los avances tecnológicos deben tener su centro en el paciente”

Hablar del doctor José Ignacio Salmerón es hablar de excelencia en cirugía oral y maxilofacial. Es uno de los principales cirujanos maxilofaciales de nuestro país y trabaja a la vanguardia en las últimas técnicas diagnósticas y quirúrgicas en su especialidad. Hablamos con él sobre los últimos avances tecnológicos en este campo, acerca de las nuevas tendencias hacia la “humanización” de la atención sanitaria y sobre la estrecha vinculación entre la medicina pública y privada en España.

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¿Qué peso está adquiriendo la tecnología en la cirugía oral y maxilofacial? ¿Hasta qué punto está revolucionando este tipo de cirugías?

Los avances tecnológicos están siendo de gran ayuda a la hora de realizar los abordajes quirúrgicos en varios sentidos: por un lado, nos permiten llevar a cabo una medicina de precisión centrada en el paciente y, por otro lado, en cuanto a la planificación de las cirugías, ahora podemos planificar previamente a través de modelos 3D mediante escáneres e impresoras. A partir de esta tecnología podemos, además, diseñar prótesis a medida de cada defecto maxilofacial, especialmente en casos de traumatismos o en pacientes oncológicos.

En resumen, estos avances permiten una mejor comunicación médico-paciente, hacen posible una planificación previa de cada intervención y, como resultado, conseguimos cirugías en las que se minimizan los errores y se acortan los tiempos de recuperación del paciente.

¿Este avance tecnológico otorga, además, mayor poder de decisión al paciente sobre su tratamiento?

La tecnología, ahora, nos permite realizar diagnósticos mucho más precisos. A partir de esta precisión en el diagnóstico, obtenemos diferentes planificaciones que podemos mostrar al paciente y, en algunos casos, se pueden plantear diferentes programaciones de cirugía para que pueda decidir entre una opción u otra.

En cuanto a la cirugía reconstructiva, ¿cuáles son las principales novedades?

Por un lado, tenemos la navegación, muy implantada ya en la cirugía maxilofacial. Esta navegación nos permite, tanto en fracturas faciales como en extirpaciones tumorales, realizar intervenciones muy al detalle, cada vez más precisas en los lugares afectados, salvaguardando así el resto de los tejidos. En casos oncológicos, esta precisión es especialmente importante. Con la planificación 3D conseguimos guías que nos indican cortes específicos en la zona del tumor, así como desarrollar injertos con una gran precisión.

En el mundo de la implantología, podemos también realizar la planificación 3D a través de guías para decidir sobre el tamaño, la profundidad o la inclinación en la que se deben colocar los implantes en cada caso concreto.

Al hilo de lo que nos comenta sobre la implantología, ¿qué factores debemos tener en cuenta cuando nos sometemos a una cirugía de este tipo?

En el mundo de la implantología es de vital importancia ponerse en manos de un profesional formado y capacitado. Es fundamental que el profesional explique al paciente la problemática que ha detectado y le plantee posibilidades de tratamiento, por ejemplo, mediante una planificación virtual. Teniendo en cuenta las características particulares de cada paciente en cuanto a edad, problemas asociados, etc. se debe llegar a un consenso con el paciente respecto al tratamiento a seguir.

En la implantología nos encontramos cada día con ofertas con precios muy llamativos, pero, debemos tener en cuenta que, en muchas ocasiones, los planes de tratamiento están realizados por comerciales de las clínicas y no por profesionales de la salud, lo que puede afectar a nuestra salud bucal.

“En menos tiempo del que esperamos podremos imprimir materiales biocompatibles y bioreabsorbibles”

Por otro lado, ¿cuáles son los casos más habituales con los que se encuentra en consulta?

Los grandes campos de un especialista en cirugía oral y maxilofacial son: la cirugía oral y la implantología; las fracturas faciales, menos habituales en el presente por accidentes de tráfico (gracias a las medidas de seguridad al volante) siendo ahora más frecuentes por agresiones.

Además de la cirugía de traumatología, vemos muchas deformidades faciales por posiciones adelantadas o retrasadas de maxilares o defectos óseos, y el campo de los tumores de cabeza y cuello nos obligan a realizar cirugías reconstructivas muy especializadas a través de injertos microquirúrgicos. Por último, otro de los campos principales es el abordaje de los tumores de las glándulas salivales.

Usted que desarrolla su actividad profesional tanto en la sanidad pública como en su clínica privada, ¿qué relación existe hoy en día entre ambas esferas?

En mi caso concreto, soy jefe encargado del Servicio de Cirugía Maxilofacial del Hospital Gregorio Marañón en Madrid y profesor asociado de cirugía en el Departamento de Cirugía de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid. Para mi es un orgullo y una gran satisfacción poder trabajar en ambos espacios, además de en mi consulta privada, siendo además el Gregorio Marañón uno de los más prestigiosos centros hospitalarios del país según MERCO.

Tanto en la sanidad pública como en la privada mi principal objetivo es centrarme al cien por cien en los pacientes. Es fundamental individualizar cada tratamiento, además de la colaboración multidisciplinar entre profesionales.

Todo debe girar en torno al paciente; la investigación, la asistencia sanitaria y los avances tecnológicos deben tener siempre su centro en ellos. La tecnología debe estar al servicio de los pacientes con el fin de individualizar cada caso, realizar diagnósticos más precisos e intervenciones quirúrgicas que ofrezcan mejores resultados con menos complicaciones y acortando los tiempos de recuperación.

Por último, aunque sea un ejercicio complicado y casi de predicción. ¿Dónde considera que estaremos dentro de unos años en cirugía maxilofacial, teniendo en cuenta los rápidos avances a los que estamos asistiendo?

En el futuro, al igual que ahora ya podemos realizar impresión de modelos en 3D, en menos tiempo del que esperamos, podremos imprimir materiales biocompatibles y bioreabsorbibles. Todo apunta a que será posible poder realizar también bio-impresiones de tejidos blandos y que se podrán fabricar estructuras bioactivas con compuestos farmacológicos que, por ejemplo, reduzcan la producción ósea o tengan propiedades antibióticas. Este es un futuro muy cercano.

Entrevista original: http://www.guiadeprensa.com/app/webroot/mundo/elitebisturi2018/drsalmeron.html